Una historia de terror
¿Sabías que la industria textil y de moda es la segunda más contaminante?
Te contamos el verdadero (y tenebroso) impacto de la moda rápida y el por qué es importante cambiar la manera en la que se produce y consume moda.
Fast Fashion: Modelo que produce volúmenes exagerados de ropa en función de las tendencias, fomentando el consumismo y dejando un rastro de destrucción ambiental a su paso
Gasto Hídrico
Para la fabricación de los textiles se requieren grandes cantidades de agua, fibras como el algodón utilizan bastante de este recurso durante su cultivo. Por otro lado, los químicos usados en el los procesos de tintura contaminan las fuentes hídricas al ser vertidos allí. No queremos asustarte, pero la fabricación de un par de jeans puede gastar hasta 7 mil litros de agua.
Generación de residuos
La idea de ropa en "tendencia" hace que las prendas sean usadas muy poco tiempo y desechadas cuando aún son útiles.
Estos residuos no se manejan correctamente y en lugar de ser reciclados suelen quemarse o arrojarse a vertederos. Se estima que cada segundo son desechadas 2.6 toneladas de textiles.
Contaminación
La producción textil genera el 10% del total de las emisiones de CO2 , equivalente a lo que libera la Unión Europea por sí sola. Además una de las fibras más usadas en la ropa es
el poliéster, derivado del
petróleo, que sumado a
que puede tardarse
cientos de años en
degradarse, al lavarlo
suelta microplásticos
que a menudo terminan
en el océano.
Explotación laboral
Con el fin de cumplir con los cortos plazos impuestos
por la moda rápida, la
fabricación de estas prendas se
realiza en países en desarrollo con
condiciones laborales precarias, donde llegan a pagar hasta 1 dólar el día con horarios de más de 12 horas. A estas fábricas se les relaciona también con la explotación laboral infantil y el trabajo forzado.
Fuente: Greenpeace México, 2021. https://www.greenpeace.org/mexico/blog/9514/fast-fashion/